Métricas occidentales
En la métrica española, el verso está formado por un número
fijo de sílabas y una determinada distribución de acentos, con rima optativa.
En el caso de la métrica grecolatina, se constituía a partir de la repetición
de determinadas secuencias de sílabas largas y breves (pies), y en el de la
métrica germánica y escandinava por medio de la repetición del mismo fonema en
tres palabras diferentes del verso (aliteración): la consonante de la tercera
sílaba acentuada del verso debía coincidir casi siempre con la consonante de la
primera sílaba tónica, frecuentemente con la de la segunda sílaba acentuada y
excepcionalmente con la de la cuarta sílaba acentuada. En la métrica hebraica,
por el contrario, el verso se constituyó sobre el paralelismo (semántico o
sinonímico, antitético, emblemático y repetitivo y estructural), y así están
escritos por ejemplo los versos del Salterio (los llamados Psalmos o Salmos del
Antiguo Testamento), el Cantar de los cantares, casi todo el Libro de Job y la
mayor parte de los proféticos, fuera de que es también un recurso habitual en
toda manifestación poética que tome forma de verso o versículo. DE LA RED